Ana Arias es Trabajadora Social, Doctora en Ciencias Sociales y es la decana de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Es la candidata a Senadora Nacional en segundo lugar por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires del Frente Fuerza Patria. En la previa a la marcha universitaria contra el veto del 17 de septiembre, hablamos de educación, política, y también de su encuentro con Cristina.

PH: Maia Zárate
Por Daniela Tagliafico
Estamos en un contexto muy particular para hablar con vos ante el inminente tratamiento en el Congreso del veto a la ley de financiamiento universitario. ¿Cómo se preparan para la movilización y qué información tenés respecto de cómo viene la votación?
Nos preparamos con todo porque, por ejemplo, hay un gremio nodocente, dos gremios docentes, el centro de estudiantes, gremiales a las que en muchas cosas nos cuesta encontrar acuerdos, esta situación ameritó que entre todas y todos tengamos muy en claro que se nos está jugando ahí la carta de la universidad. Ayer, por ejemplo, estuvimos haciendo pasadas por los cursos convocando a los docentes y a los estudiantes. Yo estoy haciendo un montón de notas en radios, ayer en un programa de streaming, porque lo que necesitamos es que nos acompañe no solo la comunidad universitaria, sino la comunidad en general.
Además, también está en discusión el veto a la ley de emergencia pediátrica, que también es muy importante. Antes de ayer parecía que no estaban los votos. Ayer había una luz de esperanza y hoy no tengo ni idea. Hoy vuelve a estar todo ahí incierto.
¿Por qué crees que este gobierno toma áreas tan sensibles para toda la comunidad como la educación y salud pública como un blanco de ataque desde lo discursivo y desde lo material? Se presentó el presupuesto 2026, donde se desfinancia aún más la educación, la ciencia, la investigación.
Fue muy bestial con la educación toda. Pensemos que quitó el Fondo de Incentivo Docente, que fue la herramienta que posibilitó mejorar la educación en Argentina. Derogó el artículo de la Ley Nacional de Educación que fijaba la aspiración del 6% del presupuesto. A diferencia de la educación primaria o inicial, que depende de las provincias, la universitaria depende del gobierno nacional, el financiamiento depende del Ministerio de Educación de la Nación, lo mismo que el Garrahan, que es como el Posadas, uno de los pocos hospitales que tienen financiamiento nacional.
Creo, además, que en el caso del Garrahan y de la universidad pública, se da una particularidad y es que son instituciones que tienen calidad igual o superior a las privadas. Tienen todavía encuentro de sectores sociales dentro de ellas, de distintas clases sociales. En el caso de la universidad es un mecanismo de movilidad social ascendente.
Me parece que lo que quieren es destruir, como dicen que quieren destruir el Estado desde adentro y quieren destruir lo público. Estos son emblemas de lo público, son de acceso para todos, lo que contribuye a pensar efectivamente una idea de Argentina mucho más igualitaria. Está queriendo destruir un bastión que demuestra que lo público puede ser bueno, es querido por el pueblo argentino y es la mejor opción para pensar estas dos cuestiones como la salud y la educación.
No parece menor esto que marcabas como el espacio de encuentro entre distintas clases sociales, ¿no?
Es que es algo a defender de la universidad pública y debiéramos tender a que los modelos de política pública en el futuro tengan en cuenta eso, porque está más que estudiado que la posibilidad de lograr otras vidas menos conflictivas, de disminuir los niveles de violencia, de mejorar los niveles de interacción, implica encuentros. Por encuentro quiero decir que no es lo mismo que yo discrimine a una persona que la conocí por televisión en Policías en Acción, que si es mi compañero de banco de cuarto grado. No es lo mismo para pensar una sociedad ese encuentro que cuando yo logro segmentar las poblaciones y que no se crucen en ningún lado. Las clases medias además siempre son renuentes a sentir que financian aquello que no usan. Entonces, pensar la reconstrucción de lo público implica tomar aquellas experiencias exitosas nuestras que posibilitaron buenos niveles de producción de esas instituciones en el marco de lo público.
Antes nombrabas esta dependencia del gobierno nacional en relación al financiamiento. El viernes pasado hubo paro en todas las universidades nacionales. Desde el campus virtual de la UBA se puso una leyenda contra el veto y dese el Ministerio de Capital Humano, dijeron que iban a hacer una denuncia contra las autoridades de la UBA. La UBA como todas las universidades nacionales tienen autarquía universitaria ¿Pueden hacer tal denuncia?
No, no lo puede hacer, es una medida de humo porque hay autonomía universitaria, es un mecanismo de protesta. Durante 24 horas todas las webs institucionales conducían a una placa que decía no al veto. Es una pavada lo que dicen, pero bueno, es parte de su política de amedrentamiento. Es lo único que están pudiendo decir, que eso formaba parte del adoctrinamiento. Es una medida de protesta.
En el caso del Garrahan y de la universidad pública, se da una particularidad y es que son instituciones que tienen calidad igual o superior a las privadas. Tienen todavía encuentro de sectores sociales dentro de ellas, de distintas clases sociales. En el caso de la universidad es un mecanismo de movilidad social ascendente.
En relación a tu candidatura a senadora nacional por la Ciudad de Buenos Aires, por Fuerza Patria, estuviste con Cristina hace unos días, ¿cómo te resultó ese encuentro? ¿Cómo la viste a ella? ¿De qué temas hablaron?
La reunión fue convocada en función de poder charlar sobre la situación del veto, de la insistencia en las cámaras de la ley de financiamiento educativo, y sobre eso fue que conversamos. Yo la vi muy entera, la vi muy informada, la vi como una mujer que está activa y trabajando. Tenía muchísima información, tenía posición sobre el tema que pudimos intercambiar. Estaba en una actitud propositiva de trabajo. La vi, me causó mucha impresión porque está detenida en ese departamento, que en las fotos se ve como más grande, de adentro se ve más chico. La vi muy delgada, pero la vi muy entera.
¿Por qué con el peronismo?
Bueno, yo me dediqué al trabajo académico, pero siempre fui una militante política y soy peronista también. Con lo cual, no es que ahora me decidí por el peronismo, sino que forma parte de mi compromiso militante.
Creo que fue una decisión de la lista de Fuerza Patria convocar a personas que estuviéramos en distintos sectores que fueran actualmente relevantes por la discusión con el modelo que lleva adelante el actual gobierno. Entonces creo que por eso me convocaron. No era parte de mi apuesta no lo tenía pensado.
¿Y qué te decidió a aceptarla?
Me parece que la universidad hay que poder defenderla también desde afuera. Fíjate ahora, la discusión se va a dar en las cámaras. Y porque además siempre me pareció virtuosa la posibilidad del cruce de la producción académica, del funcionamiento académico e intelectual con la política. Y más con los ámbitos legislativos. Me interesa la posibilidad de llevar, de tener voz, de poder llevar algunas discusiones.
Yo, por ejemplo, soy trabajadora social y hace años que con un grupo que es una red de investigadores en asistencia social, estamos militando la idea de una ley nacional de asistencia social, o ley de servicios sociales. Y la posibilidad de la campaña y la posibilidad de la discusión hace que uno pueda llevar ideas. Me parece virtuoso eso, y es algo que además es propio de nuestra comunidad de la facultad. En las próximas elecciones hay participación de gente de nuestra facultad en todas las listas. En todas las listas hay gente de nuestra facultad y está buenísimo eso.
Me nombraste la ley servicios sociales. ¿Qué cuestiones considerás prioritarias a legislar en este momento?
Los temas sobre los que yo tengo mayor formación tienen que ver con la cuestión social, con la política social y con la cuestión de educación. Ahora, esta es una elección de oposición a Milei digamos, pero después hay que empezar a pensar el modelo que va a reconstruir el país. Y ahí me parece que hay un tema muy central de debate que no es sólo legislativo, sino es de centralidad política y es qué hacer con un país con el grado de deterioro, de apagón del sistema productivo y con niveles de endeudamiento bestiales con los que nos está dejando Milei. Ojalá lo que venga seamos nosotros, y con la capacidad de pensar esa reformulación. Me parece que eso es lo más complejo del futuro.
¿Qué puertas abre la Universidad Pública?
La Universidad Pública abre la puerta primero que nada del conocimiento, de la formación. La Universidad Pública a muchos nos cambió la vida, sigue cambiando vidas. La Universidad Pública es la posibilidad de pensar otra forma de futuro. A mí me encanta pensar que las ciencias sociales dicen que las cosas son así, pero dicen que no deben ser así, que pueden ser de otra manera. Y la Universidad Pública posibilita, me parece, discutir eso. Además de las movilidades ascendentes, ¿sabes qué da la posibilidad de la Universidad Pública? Elegir qué ser. ¿Viste cuando los niños son chiquitos y dicen qué quieren ser cuando sean grandes? Bueno, uno puede no ser universitario, por supuesto, no todo el mundo tiene por qué serlo, pero la posibilidad de la Universidad Pública es decirle a nuestros niños, a nuestras juventudes, vos podés elegir qué querés ser. Y eso no es nada, nada, nada menor.